GABINO MORAL SANZ, fue un joven agricultor vallisoletano que en 1968 ganó el hasta entonces premio más cuantioso de la quiniela: 30.207.774 pesetas. Rellenó dos columnas valiéndose de un dado y fue el único acertante de 14. Se bautizó su golpe de suerte como «el gabinazo». Desde entonces, en el argot quinielístico, se llama gabinos a los que se llevan premio con una apuesta sencilla.
Pués eso, a dar gabinazos .... porque en esto de las apuestas, se puede utilizar las estadísticas, tener en cuenta las tendencias, dedicarte al trading, controlar el bankroll, ser cautos con el stake y hasta llamar al árbitro de un partido en el descanso y hacerle una oferta que no pueda rechazar. Pero como en casi todo, la suerte es un factor esencial.
Y esperando que la suerte nos acompañe, intentaremos ponernos del lado de la lógica y el dinero ...